Los meses de calor pueden provocar cambios en los hábitos alimentarios en los lactantes y niños menores de 2 años, ya que son los más susceptibles a sufrir las consecuencias del verano. Por ello, en esta época es importante reforzar la alimentación saludable, aprovechando la frescura de frutas y verduras para los niños que ya inician con la alimentación de sólidos, y la correcta hidratación diaria para lograr el equilibrio del organismo, así como otros cuidados propios del verano.
Feb 03