Los niños y niñas requieren de diversos nutrientes en calidad y cantidad suficientes para asegurar su crecimiento y desarrollo saludable. Sin embargo, para que se desarrollen integralmente además de la nutrición biológica requieren de la nutrición afectiva adecuada para desarrollar la inteligencia emocional.
Compartir la mesa familiar permite comunicarse e integrarse con los demás miembros, por ello es importante estar en un ambiente tranquilo y sin distracciones como televisión o celulares, evitar cometarios negativos y que el cariño, la armonía y la paciencia sean los ingredientes fundamentales para acompañar este momento.
Observar comer a los miembros de la familia les ayudará a desarrollar sus habilidades motrices y de coordinación “ojo, mano, boca”. En el proceso de volverse más independientes los niños buscan explorar su ambiente y es importante permitirles tocar la comida con las manos sin importar si se ensucian.
Por lo tanto el ambiente debe ser limpio con manteles y utensilios aseados, así como también cuidar la higiene de las manos y la manipulación de alimentos.
¿Por qué es importante que el niño participe de la mesa familiar?
- Es un momento social importante para compartir con la familia.
- Aprenden a comer repitiendo lo que hacen los adultos.
- Al realizar cada comida en la mesa y en su respectivo horario se logrará una rutina que contribuirá a los buenos hábitos alimentarios.
- Al contar con su propio plato y cucharita permitirá al niño y la niña identificar la cantidad y variedad de los alimentos.
Para más información sobre la importancia de la nutrición afectiva y otros cuidados en el menor de 2 años puede ingresar al siguiente enlace: Video Alimentación Complementaria Parte 5. Cuidados a tener en cuenta en los primeros años de vida).